“La señora suspira, sigue barriendo y refunfuña en voz baja: ‘Nos hacen pendejadas y nadie hace nada’.
Veo a una señora, 60 años más o menos, que barre el suelo de una panadería. Se nota azarada, calurosa, enojada, cabreada. “No puede ser posible”, dice con tono enérgico, “que en este país nos hagan pendejadas y nadie diga algo”, expresa. “Ahí está, a mis nietos ya no les van a dar uniformes en la escuela, eso dicen las noticias, es una pendejada”.
La observo mientras mastico un pan y le digo que ya no será así, que el Gobierno aseguró el martes que eso no iba a pasar.
La señora me mira fijamente. Pone sus dos manos sobre la escoba y se cuadra, lista para la batalla. “¿Y quién nos asegura eso, joven, si este presidente un día dice una cosa y al otro hace otra? Eso lo pudieron haber dicho para calmar a la gente”.
No le refuto nada. Yo tampoco confío en la palabra del presidente. Solo le digo que así lo vi en las noticias y que ojalá sea así.
La señora suspira, sigue barriendo y refunfuña en voz baja: “Nos hacen pendejadas y nadie hace nada”.
- ¿Qué te pareció la noticia?
- Buena
- Regular
- Mala