Desde el inicio del régimen de Rafael Correa, del cual Lenín Moreno fue vicepresidente, se escuchó que terminó la gran noche neoliberal, llegó la hora de los pobres, Gobierno de los que no tienen voz y la posesionada en la actualidad “El Gobierno de todos”.  Sin embargo, en lo que respecta a este servidor, no puedo decir lo mismo, pese a que la Constitución determina que el Estado fomentará la creación de medios de comunicación a favor de los pueblos y nacionalidades; y la democratización en el uso de las tecnologías de la información y comunicación.

El Estado debe garantizar la asignación equitativa y en igualdad de conexiones de las frecuencias y a las personas naturales y jurídicas, precautelando que en su utilización se superponga el interés público al privado… Precisamente mi pregunta reiterativa es ¿Por qué a comunicadores sociales y radiodifusores con más de 30 años de trayectoria comprobada? El fenecido Conartel  no consideró a los huérfanos de padrinos en la política.

Estimados lectores, mi preocupación personal y profesional está basada en la forma política como se “entregó” las frecuencias radiales. Es de conocimiento público que el Gobierno, por medio de la Secretaría de Pueblos, dispuso la entrega de  frecuencias a las nacionalidades Shuaras, acompañadas de un crédito de treinta mil dólares para equipos de transmisión.

Mi pregunta es: ¿y para el resto del país? ¿Acaso Manabí no requiere de las llamadas emisoras comunitarias? Informo que el 15 de mayo de 1997, me dirigí al presidente de turno de Conartel para que se me asigne una frecuencia comercial en la banda FM para el cantón Manta. “Prohibido olvidar” que, en el 2005, se cambiaron los procedimientos, convirtiendo la designación de frecuencias en compromisos y pagos políticos. 

Finalmente, no se dio pese a la convocatoria de subasta pública de frecuencias que se dio en la Arcotel, para la entrega de proyectos de Estudio comunicacional:  Estudio de gestión y Sostenibilidad Financiera y Estudio Técnico.

Surge una conclusión, que lo único que se sabe es que los que pasan por un organismo de control y administración de las frecuencias de radio y televisión, después de cumplir sus funciones, aparecen con frecuencias vinculadas, como si fuesen los únicos predestinados por la política. Insinuando el que sea requisito pertenecer al gobierno de turno para tener el derecho que tenemos los ecuatorianos que no disponemos de poder político ni económico. Pero aspiramos a que cumpla las disposiciones de Contraloría y cumplan la palabra del presidente Moreno, donde también las frecuencias también sean de todos…