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Portoviejo y Jama
En 2 cantones se llora a los cinco fallecidos

¡Qué golpe que nos ha dado la vida!, decía Bella Barreiro, mientras secaba sus lágrimas con una toalla.

Sábado 20 Abril 2019 | 11:00

 Ella les contaba a sus vecinos lo mal que se sentía por la pérdida de su hija menor y de sus familiares.

“Es un dolor profundo que ha dejado la partida de ellos”, decía.
Doña Bella se refería al fallecimiento de su hija Leyda María Palma Barreiro, de 36 años; de su pequeña nieta Antonela Vélez Palma, de 9 años; de su nieto Efrén Vélez Palma, de 17, y de su yerno Efrén Vélez Giler, de 45 años, quienes fallecieron el miércoles, luego de que el carro en el que viajaban se saliera de la vía y cayera a un barranco.
En esa tragedia además falleció María Guerrero, amiga de la familia y Jeremy Vélez Palma, hijo de la pareja fallecida, resultó herido y está delicado en el hospital Eugenio Espejo de Quito.
La familia estaba radicada en la capital del país desde hace 5 años, donde tenían un restaurante y aprovecharon el feriado para viajar a Manabí.
Los féretros llegaron a Jama alrededor de las 05h00 del viernes y fueron ubicados en la cancha de uso múltiple del barrio Los Tamarindos, de donde era oriunda Leyda Palma, la menor de 7 hermanos.
Allí se levantó una capilla ardiente, donde fueron colocados los cuatro cuerpos que eran visitados por familiares y amigos.
Escenas de dolor agitaban la tranquila mañana. Todo el barrio estaba de luto.
A Leyda y su familia se los esperaba con ansias ya que era una de las más queridas de la casa, dijo su cuñado Segundo Chica.
Le habían comprado mariscos y otras comidas para complacerla a la hora que llegara.
Yorvi Guerrero, quien residía en Quito, en el sector California Alta, al norte, llegó al velatorio y comentó que él era amigo de la familia ya que vivía en el segundo piso del edificio donde habitaban.
Destacó que él estuvo a punto de viajar con ellos a Manabí, pero se percató de que ya no había capacidad en el carro y decidió quedarse.
Guerrero indicó que el departamento donde vivía la familia se mantendrá cerrado hasta que la salud de Jeremy mejore y sea él quien decida qué hacer con sus pertenencias.
Joel Palma, sobrino de la fallecida, declaró que él también vive en Quito y no viajó a Manabí, por lo que fue uno de los primeros con los que se comunicaron luego de darse el accidente. 
Mientras se daba el rescate de los cadáveres, yo fui hasta el hospital en Calderón para verificar el estado de salud de Jeremy y autorizamos que fuera trasladado hasta el hospital Eugenio Espejo, de mayor capacidad, dijo.
“Allí los médicos indicaron que había sufrido un fuerte trauma craneoencefálico, que necesitaría una operación, pero con el paso de las horas esa hinchazón aminoró, por lo que se descartó por ahora la cirugía. Se me pidió que estuviera con él, que le hablara y él reaccionaba sujetando mis dedos y llorando, a pesar de que no podía hablar”, contó.
“Por el sepelio viajé a Jama,  pero supe que ha reaccionado bien al tratamiento hasta el punto de que ya se le ha quitado la anestesia y que ha ido evolucionando bien”, añadió.
La tarde de ayer se iba a ofrecer un rezo en su nombre desde las 15h00 y una misa a partir de las 17h00.
El sepelio de las víctimas está previsto para las 09h00 en el cementerio municipal de Jama.
El vehículo en el que viajaba la familia había sido adquirido por Efrén Vélez hace unos cuatro meses y, a decir de sus familiares, no tenía mucha experiencia en viajes largos.
 
Devastado.Mario Cedeño, esposo de María Guerrero, está destrozado emocionalmente.
Él fue quien sin pensarlo dos veces pidió a los choferes que pasaban por el sector una cuerda para bajar al barranco a rescatar a las personas que estaban en el carro, entre ellas su mujer y su nieta.
“Nosotros viajábamos en otro carro e íbamos unos metros más atrás y cuando pasamos por una curva en la vía Calacalí - Nanegalito había unas personas amontonadas y nos decían que ayudáramos, que un carro se había ido al barranco. Cuando nos asomamos vimos que eran nuestros familiares y desesperados empezamos a buscar cómo bajar”, relató Cedeño.
El hombre comentó que tenían unos siete meses de haberse conocido con la familia Vélez Palma y se hicieron tan amigos que en Navidad ellos viajaron de Quito a Portoviejo para pasar con ellos en el sitio San Pedro, de donde son oriundos.
“Como ellos pasaron la Navidad con nosotros en Portoviejo, ahora nos tocaba pasar con ellos el feriado de Semana Santa en Jama. Ese día (miércoles) compramos aliños y otras cosas porque nos esperaba con pescado y mariscos la familia de ellos. Salimos en la tarde, pero como mi esposa y mi nieta no entraban en el carro en el que iba nuestra familia, decidieron irse en el carro de la familia Vélez Palma, en el cual sucedió la tragedia”, dijo Mario Cedeño.
El hombre comentó que cuando bajó al barranco que era cruzado por un riachuelo escuchó que le gritaron “papito ven” y se percató de que era su nieta, quien tenía una pierna fracturada, mientras que había otro menor inconsciente y con signos vitales, pero el resto de los ocupantes del carro, entre ellos su esposa, estaban muertos.
“Con ellos también viajaba otra niña, a ella la encontraron muerta al día siguiente. Pensaban que el agua se la había llevado, pero estaba debajo del carro, aplastada, y no se veía por el agua”, dijo Cedeño.
Él y su esposa llevaban 12 años viviendo en Quito.
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