Ojalá que las ofertas se cumplan lo antes posible, lo que no ocurrió en los meses posteriores durante los días del correato, pese a la ayuda internacional que se recibió, y a su vez la creación especial del fondo que se nutría del 2% adicional en el impuesto a los consumos, que fue aceptado por la ciudadanía y que logró reunir una considerable suma de millones de dólares, que bien administrados podrían haber afrontado y solucionado muchas de las duras consecuencias del sismo. 

Mas no ocurrió así, pues a estos recursos se les dio un uso bastante alegre, sin control y las obras requeridas y urgentes siguen siendo esperadas a los tres años de la tragedia.

Con este motivo nos han visitado importantes autoridades y expresan que ese es el mejor deseo de que esto así se cumpla, esperamos que suceda, pues de ofertas estamos un tanto desilusionados, y lo más esperado es que las realizaciones de obras sean efectivas pues las necesidades lo apremian.

Sobre el Hospital de Chone, iniciado hace meses, su realización es tan lenta que preocupa en grado sumo, mientras la atención en el hospital de campaña que fuera donado por la entidad norteamericana Samaritan’s Purse, enhorabuena funciona, pero el riguroso clima cálido que hoy vivimos hace dura la estancia en esta casa de salud, donde se labora en carpas y esto afecta a los numerosos requirentes. Amerita una acción súper rápida en la ejecución del nuevo Hospital de Chone que el conglomerado espera pronto. 

A su vez, el norte manabita clama por la construcción del Hospital del IESS que debe ser instalado en Chone, pues el emergente que hoy da buen servicio se ve desbordado cada día por cientos de afiliados que proceden de todos los cantones vecinos y por ellos es que tenemos la exigencia de que se construya una nueva casa de salud en Chone que resolvería con su atención a miles de pacientes que tienen el derecho de contar con tan importante servicio. 

Así mismo el clamor ciudadano crece en conocer la inversión de millones de dólares que se consideran gastados de los fondos de reconstrucción, que constan en papeles, pero no en obras que se sigue exigiendo saber dónde están, pues en la realidad no existen.

Por igual, diversos y numerosos grupos ciudadanos en toda nuestra zona norte manabita reclaman la acción de impulsar proyectos agropecuarios, comerciales, educacionales, artesanales con la bondad de créditos apropiados que permitan crear puestos de trabajos hoy esperados por profesionales y dueños de predios en una actividad que se use mano de obra joven y capacitada, que se esfuerza por lograr empleo y salir adelante en proyectos que conocen y generarían bienestar colectivo.