Sostiene que muchos potreros tienen un aspecto como si estuviera en verano, un problema que se suscitó hace unos tres años, pero que en la actualidad se ha acentuado. 

Al atravesar una situación económica difícil se hace imposible luchar contra esta plaga que está dejando sin alimento al ganado.

“No hay dinero para adquirir insecticidas y matar al salivazo, necesitamos ayuda urgente, solo yo tengo como diez hectáreas de potrero que parece como si les hubieran lanzado glifosato u otro químico para secar el pasto”, precisa.

Moreira asegura que son muchas propiedades en Convento que están afectadas.

 

Plaga. El  veterinario Johnny Cedeño explica  que el nombre científico del salivazo es “Monectostora bisinta Fraterna”, larva que causa daños cuando la ninfa se cubre de una saliva que el insecto mismo produce.

Esta seca las hojas y el tallo del pasto, y generalmente se reproduce en la etapa invernal.

Detalla que las larvas o huevos eclosionan con la lluvia y las altas temperaturas. 

Se ha investigado que donde hay un sistema silvopastoril (combina el pasto con enredaderas y árboles) este parásito no habita, debido a la presencia de sombra.

Menciona que es necesario que se cultive en los potreros árboles como el guachapelí, guabo, lluvia, guasmo, piñón florido, que son medios inhóspitos para este insecto, el cual aparece con la lluvia.

“Estamos en abril y se observa que hay poco pasto en esta parroquia, en un mes en que deberían estar los potreros abarrotados de alimento para el ganado; qué sucederá de aquí hasta octubre o noviembre, que son meses muy secos”, agrega.

Cedeño dice que entre el tallo del pasto la hembra deposita los huevos, los cuales eclosionan con la llegada de la etapa invernal, y recomienda que allí se debería llevar un control químico que permita terminar con el salivazo.