Ésta se encuentra en el interior y en las laderas del volcán del mismo nombre.

 

Detalles.  La reserva tiene forma de pera  y al visitarla se puede encontrar especies de plantas como pumamaqui, chilca, shanshi, helechos, orquídeas y bromelias. La fauna incluye pavas de monte, guajalitos, torcazas, zorros, entre los más importantes. Su clima es moderadamente frío en las partes altas, al noroccidente es templado y subtropical, con temperaturas que varían entre 13 y 15°C.

He allí la importancia de llevar ropa con tejidos livianos  y abrigos. 

En este mágico lugar se puede visitar algunas construcciones de diferentes épocas de la historia del país, como lo es  la Hacienda Pululahua,  un montículo circular de lava (domo) que data de una erupción de hace 500 años, al que se le conoce como El Pondoña. A su vez hay un domo de lava en el sur del cráter al que se le conoce como El Chivo.

En los últimos años, el ecoturismo se ha incrementado en la reserva, por la facilidad de realizar rutas a pie, cabalgatas, ciclismo de montaña, caminatas y más. 

Desde el Mirador del volcán Pululahua, en el sector Caspigasí, vía a Calacalí, a 2.840 metros de altitud, se pueden ver los domos, una especie de lomas que forman el borde del cráter y que en caso de haber erupción serían los primeros en cuartearse. La última erupción ocurrió hace 2.300 años.

Otro de los grandes atractivos del complejo es el Museo Templo del Sol.

 

Arribo. Para llegar a la reserva se debe tomar el bus hacia la Mitad del Mundo, en la terminal de la Ofelia, al norte de Quito. Existen rutas que llegan hasta la entrada del mirador y otras llegan únicamente hasta la Mitad del Mundo.

Al utilizar transporte privado, se debe ingresar hasta la caldera por la vía a Calacalí.