La mujer, de 72 años, era evangélica y madre de tres hijos de crianza.

Ella había enviudado hace apenas cuatro meses y esa fatídica tarde había llegado de Portoviejo a su casa, donde vivía sola, cuando fue sorprendida y atacada por los ladrones, que según su familia habrían sido consumidores de “H” (heroína).

Los dos delincuentes la maniataron en la cocina, donde se encontraba preparando el almuerzo, cerca de un horno de leña.

Según los allegados, los delincuentes habrían registrado toda la casa y al no encontrar dinero y ser reconocidos por la mujer, habrían optado por asestarle una puñalada en el cuello.

Diosa García, hija de la víctima, dijo que aún no puede creer lo que le pasó a su madre de crianza y denunció el caso ante las autoridades con la esperanza de que capturen y sentencien a los delincuentes.

La adulta mayor fue velada desde el martes en casa de su yerno, en el sitio Canoa de la parroquia Lascano de Paján, y la tarde de ayer fue sepultada en el cementerio del lugar.