La alimentación juega un papel importante, pues es una creencia que durante la Cuaresma no se puede consumir carne. 

Por este motivo, principalmente el Viernes Santo, se preparan platos en los que predominan el pescado o los mariscos, así como algunos productos agrícolas propios de cada lugar como granos, tubérculos y el plátano. 

Fanesca. Un plato con fuerte presencia por estos días es la fanesca, el cual tiene su origen en la Sierra ecuatoriana. Sin embargo, con el paso de los años se ha ido popularizando y ya se consume en casi todo el país.

De hecho, en los menús de mercados populares y hasta de restaurantes de alta categoría se oferta esta preparación, cuyo ingrediente principal es el bacalao. 

Su popularidad a nivel nacional tiene que ver con que es una preparación milenaria, según menciona Alberto Miranda, gestor cultural.

“Se dice que la fanesca tiene muchos años preparándose y, aunque nació en la Sierra, por las relaciones comerciales que siempre se ha tenido con Guayaquil, esta se hizo popular y poco a poco llegó  al resto del país”, indicó. 

Pero esta no es la única opción que se cuenta para disfrutar en estas épocas.

Viche. Manabí tiene su propio ícono gastronómico en Semana Santa.

Se llama viche y es una preparación montuvia que tiene un sabor único y que muchos degustan en esta temporada. 

Su peso cultural es tanto, que ha sido catalogado como el plato insignia de la provincia por el Ministerio de Turismo, por lo que aparece en el ‘Mapa Gastronómico del Ecuador’ que dicha cartera de Estado presentó hace algunos meses. 

A diferencia de la fanesca, el viche tiene variantes en su principal ingrediente, pues el pescado se puede reemplazar por camarón, langosta, cangrejo y otras especies del mar.

“El viche es un plato netamente manabita, que la gente de la Sierra y otras provincias de la Costa no saben preparar. Esto porque en nuestra provincia se tiene experticia con la manipulación del maní en las comidas y en otras regiones no tanto”, resalta Miranda. 

El viche también es parte de la carta de los mercados y restaurantes de la provincia durante todo el año, pero con mayor presencia en la época de Semana Santa, ya que es la opción ideal para quienes prefieren la sazón manabita.