El pasado jueves, el ELN, la principal guerrilla de Colombia, anunció “un cese unilateral de operaciones ofensivas en esta Semana Santa, que iniciará a las cero horas del domingo 14 de abril y finalizará el domingo 21 del mismo mes a las doce de la noche”.

“Durante esos días actuaremos de manera defensiva, es decir sólo responderemos si somos atacados, y no realizaremos acciones ofensivas”, señaló ese grupo en un comunicado publicado por el senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo y “facilitador” de los diálogos de paz.

El inicio del alto el fuego estuvo precedido por varios ataques en los departamentos de Arauca, fronterizo con Venezuela, y Antioquia (noroeste) y que las autoridades atribuyen a esa guerrilla.

Según el Ejército, el ELN atacó el sábado tropas pertenecientes a la Campaña Militar y Policial Aquiles desplegadas en el municipio de Valdivia (Antioquia), en donde murió el soldado Carlos Alberto Ureña Robles.

El otro ataque ocurrió en Saravena (Arauca), cuando miembros de esa guerrilla lanzaron tres cilindros cargados de explosivos, acción que afectó la casa de Jahir Corredor, aspirante del oficialista partido Centro Democrático a la alcaldía de esa ciudad.

En el comunicado, el ELN asegura que hay “una descomunal ofensiva militar y paramilitar” en su contra, pese a lo cual asegura que harán el alto el fuego en respuesta a una carta enviada el 5 de abril por varios exnegociadores de paz y políticos.