El hecho de estar libre y poder recorrer cada barrio, cada callejón, me permitió conocer los problemas sociales que a veces uno no conoce. Callejones que no tienen nada, ni alcantarillado ni agua potable. Es por eso que he dicho que el segundo período va a estar dedicado mucho a los barrios, a San Alejo, La Piñonada, El Florón adentro, Nuevo Portoviejo, que con justo derecho reclaman obras. Quiero que comprendan que ha sido un período sui géneris, tuve que enfrentar un terremoto, corregir ineficiencias que había en el municipio que me obligaron a invertir una suma superior a los $40 millones, que bien pudieron servir para alcantarillado y agua potable. 

 ¿Con recursos propios?

Con recursos del municipio, que tiene enderezadas sus finanzas, vamos con las alianzas público privadas, vamos con el rescate de esos $135 millones (del Banco Europeo de Inversiones). Portoviejo tiene futuro, un horizonte claro, por eso me animé a seguir, porque quería fortalecer lo que ya se ha realizado, consolidar un modelo de gestión que creo que ha dado resultado. 

 ¿Usted dice que las finanzas están enderezadas, eso significa que no enviará proyectos de ordenanza tributarias al Concejo Cantonal?

No. Hubo que hacer una corrección y fui responsable. Corregir las finanzas era fundamental, era estratégico, eso ha permitido que los organismos multilaterales vengan, que las alianzas se estén concretando, porque ven que hay un municipio que puede asumir responsabilidades.

 ¿Qué otras prioridades tiene?

Agua para la parte alta de Portoviejo, estamos terminando los estudios y se llega a acuerdo para cambiar la tubería del margen izquierdo, que tiene 30 años, desde Loma Blanca hasta el kilómetro 5, donde se va a construir una urbanización, mediante un fideicomiso. 

 Usted es parte del comité de Reconstrucción. Ya fue adjudicado el palacio municipal, pero hay proyectos pendientes... 

Hemos avanzado muy lento, creo que es hora de que el Comité de Reconstrucción se active, existen los recursos y lo que más necesita el pueblo de Portoviejo y Manabí es trabajo, que se genera mediante la obra pública. Con el mismo respeto, pero con mucha más firmeza vamos a exigir que a Portoviejo se le entregue lo que corresponde, no son dádivas.

 ¿Qué proyectos espera iniciar este año?

La reconstrucción de las fases 2 y 3 del cementerio general; el primer centro comercial autónomo, las 600 hectáreas del alcantarillado pluvial sanitario de las ciudadelas del norte, que es esencial realizar porque son ciudadelas que se ahogan en invierno.

 ¿En el sector rural en qué se enfocará?

Agua potable y alcantarillado. En eso estamos avanzados, la tercera misión de los organismos que van a financiar el proyecto estuvo en marzo, la cuarta y última viene en junio y si Dios permite en agosto estaremos firmando el contrato de crédito.

 ¿Cómo trabajará con el nuevo prefecto?

Primero, hay que articular, no puede haber agendas distintas para cada territorio porque eso genera ineficiencias. Vamos a hablar con él, armar la agenda de Portoviejo en los ámbitos que corresponde, tanto al gobierno provincial como al gobierno nacional.

 ¿Cuál es su mensaje para los portovejenses? 

Portoviejo tiene mucho futuro, no es el del pasado que no sabía a dónde iba, ahora sabemos dónde va, tenemos los recursos, la confianza del sector público y del sector privado y sólo nos queda trabajar unidos, con fe, con generosidad, para hacer de esta la mejor ciudad para vivir del Ecuador.