Este contingente, que ayer partió rumbo a la frontera norte, son en su mayoría salvadoreños, hondureños y guatemaltecos que llegaron el pasado mes de febrero a México.

Afirman que han esperado desde entonces que el Instituto Nacional de Migración (Inami) les diera un oficio de libre tránsito para continuar su recorrido a Estados Unidos (EE.UU.) y Canadá para solicitar asilo. Ellos huyen de la violencia y crisis de sus países.

Así que cansados de la espera, los migrantes comenzaron a reunirse en Tapachula, donde estos días se registran temperaturas de hasta 40 grados centígrados, para salir en caravana, pese a no contar con este permiso de tránsito.

La madrugada del sábado unos 1.200 de ellos -entre hombres, mujeres y niños- iniciaron la caminata hacia el centro del país, con el fin único de llegar a la frontera con EE.UU.

La última vez que salió una caravana desde México fue a finales de enero, pero el fenómeno empezó a mediados de octubre del 2018, cuando miles de migrantes latinos iniciaron este éxodo.