Al preguntar qué es lo primero que hará en su nueva casa, menciona que no lo sabe, pues valora cada espacio de este lugar, desde la ducha hasta la puerta. Compara que eso nunca tuvo en las carpas en donde vivía. 

Ahora en este invierno, cuenta, la situación es terrible. El agua le moja la ropa de sus hijos y nietos; le daña la cocina y hasta le empapa el colchón.  Esos días se acabaron, resalta con felicidad. 

La misma emoción siente Jennifer Anchundia, quien también es beneficiaria de otra vivienda. 

Ella dice que se irá con sus dos hijos y su esposo. 

Lo peor de todo, menciona que fueron las enfermedades de sus niños, desde bronquitis hasta dengue. 

Ambas familias perdieron sus casas por el terremoto. 

Fallo a favor. Jonás Obregón, coordinador zonal de la Defensoría del Pueblo, recordó que en diciembre del 2018 colocaron una acción de protección para las familias que estaban en carpas. En ese entonces, un juez lo declaró improcedente, pero ellos apelaron. 

Ahora, para su satisfacción, dijo que el fallo fue a su favor y que el Miduvi tiene dos caminos, una vivienda o un bono de alquiler mientras se tiene la casa.

Rubén Pavón, especialista de derechos humanos y la naturaleza de la Defensoría del Pueblo, explicó que esta medida se dio para tutelar el derecho a la vivienda de grupos vulnerables, como niños y mujeres embarazadas. 

El fallo a favor fue emitido el 14 de marzo y están a la espera de los plazos del juez para acatar el pedido.

Paso siguiente. Gregorio Cedeño, director provincial del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), detalló que extraoficialmente se enteró de esta resolución y están a la espera de la notificación. Explicó que una sentencia de un juez es de acato inmediato. 

“Si no tienen terreno podemos ver la posibilidad de reubicarlos en algún plan habitacional”, dijo. 

Recalcó que en Portoviejo las viviendas están ocupadas, pero sí tienen disponibles en Rocafuerte y Montecristi.