De esta manera, con esa leyenda escrita en un cartón arrugado que, a ratos, les sirve para sentarse en el suelo, una familia venezolana exhibe los apuros por los que está pasando desde hace días, cuando llegaron desde Caracas.

Algunos viandantes y conductores solidarios se conduelen de su situación y les estiran una moneda. 

A pesar de esta escena que se da en la avenida 15 de Abril, no siempre las reacciones son las mismas.

Ricardo Tello, taxista, afirma que, muchas veces, cuando se le acercan los limpiadores de vidrios y les dice que “no, gracias”, estos actúan de mala manera y hasta los insultan.

Según Mariano Vélez, otro conductor, los venezolanos se han convertido en un grave problema “porque obstaculizan el tránsito y se los ve por todas partes, limpiando vidrios, vendiendo caramelos, agua y haciendo piruetas. Debería haber más controles”.

Acciones. Consultado sobre esta problemática, el sargento Ramón Moreira, jefe de Seguridad del Municipio de Portoviejo, indicó:

“Se está realizando un trabajo de acercamiento entre Trabajo Social del municipio y Seguridad Ciudadana con estos grupos”.

“Cuando se presentan estos casos se coordina con la Policía Nacional y se efectúa su retiro. Las cámaras del ECU-911 los identifican y se procede a su retiro”, explicó.

Belén Brito, directora regional del Trabajo (e), señaló que “de los trabajadores extranjeros informales se encarga netamente la Policía de Migración”.

Desde el cabildo se indicó que, para atajar este “problema social delicadísimo”, en días pasados hubo una reunión con el director provincial de Migración de la Policía Nacional para buscar un mecanismo de participación.