Andy Murray dio la sorpresa en el Open de Australia cuando anunció que esta temporada sería su última como tenista, debido a los problemas recurrentes que sufre en la cadera desde hace dos años. Sin embargo, la situación podría haber cambiado, aunque por ahora mantenga una actitud conservadora. Murray dio esperanzas a los que querrían verle jugando más tiempo. En un acto promocional, el tenista explicó que ya no le duele la cadera y que la rehabilitación va “bastante bien”. El escocés aseguró que le encantaría “volver a competir”.