José Mendoza tenía que dar un examen para un concurso de mérito y oposición en la Universidad Eloy Alfaro. La cita era a las 15h00 y, a pesar de que salió con tiempo desde su casa, ubicada en La Pradera, no llegó a la hora indicada. 

En el camino se encontró con una caravana de gente que llevaba a un difunto hacia el cementerio general. Eso ocurrió en la avenida Malecón, en donde la fila de vehículos parecía interminable.

Él no pudo completar el concurso que seguramente mejoraría su situación laboral, por eso su enojo lo llevó a cuestionar en sus redes sociales lo que, según él, es una falta de control municipal para que esto no ocurra en pleno centro de la ciudad. 

Escenas como esta se repiten más seguido sobre todo en las calles cercanas a los cementerios de la parroquia Eloy Alfaro y de la ciudadela Marbella. 

Aníbal Zambrano contó que la semana pasada circulaba en su vehículo por la avenida 24, que recientemente fue regenerada, y se demoró más de 15 minutos en avanzar una cuadra, porque adelante iba un tumulto de gente que llevaba a un fallecido al cementerio general. “Eso era un caos vehicular terrible, porque ocupaban ambos carriles y era imposible que un carro pudiera avanzar. Esto es algo que no debe ser permitido, y peor en pleno centro de Manta”, dijo Zambrano. 

Por su parte, el comisario de Servicios Públicos encargado, Henry López, contó que son muy respetuosos con las tradiciones de los ciudadanos, sobre todo los católicos, que tienen por costumbre cargar a sus muertos a pie hasta el camposanto, por eso hay flexibilidad en este momento de dolor.

Sin embargo, hay normas vigentes a través de una ordenanza que regula sobre todo el uso de los espacios públicos, y se dan multas que van desde el cinco por ciento hasta el 20 por ciento del salario básico unificado, de acuerdo a la gravedad del caso (19 a 78 dólares).  

 

Permisos. Con respecto al uso de la vía pública en los barrios, ya sea para un baile o un bingo, se requiere pedir un permiso a la Jefatura Política con un plan de contingencia que debe ser evaluado por la mesa de seguridad, que está conformada por los organismos de control y seguridad, entre ellos la Comisaría de Servicios Públicos, el Departamento de Gestión de Riesgos, Dirección Municipal de Tránsito, Comisaría de Policía, etc. 

“Hay 40 inspectores y tres supervisores que prestan sus servicios en los espacios públicos y son los encargados de tomar procedimiento de estos casos, emitir las citaciones correspondientes y realizar un llamado de atención para que no se genere nuevamente el problema”, indicó López.

Además recalcó que con el proyecto de Mejor Ciudad se busca controlar todos estos eventos que quizás hasta ahora no están debidamente sancionados.

 

Costumbres. Sin embargo, Flor Tomalá, quien se dedica a vender servicios mortuorios por más de diez años en Manta, sostuvo que ubicar carpas en las calles para velar a los cuerpos, más que un obstáculo, se ha convertido en 

una tradición en todo Manabí. 

También se da en la mayoría de casos cuando no hay un espacio adecuado en la casa y se tiene que ubicar obligatoriamente las carpas y se ocupa parte de la vía, no siempre toda la calle.

?Rosalyn Cruz, directora municipal de Tránsito, señaló que generalmente los familiares de los fallecidos no acuden a pedir ningún permiso para transitar por las calles hasta el cementerio con la carroza. “Sólo cuando se trata de alguna persona conocida, y que los familiares saben que se puede generar una aglomeración de personas y carros, vienen y nos lo hacen conocer y nosotros enviamos un contingente, pero en la mayoría de los casos eso no ocurre, y creo que así hubiese una ordenanza que lo regule, poca gente cumpliría, porque en ese momento lo que quieren es enterrar a su familiar”, dijo Cruz. 

Cuando se trata de bingos o rezos en los que se cierra  la vía, sí deben solicitar a la Agencia Cantonal de Tránsito un permiso que demora hasta dos días en aprobarse, anotó.