Estos campamentos, en los que ayer se censaron a miles de personas y clasificaron y descartaron dolencias, son parte de la “punta de lanza” de la estrategia del antichavismo para atender a los más necesitados, según dijo el diputado opositor Winston Flores a la televisión en línea VPI.
“Es un trabajo esencial para que tengamos esa punta de lanza de lo que será la avalancha humanitaria el 23 de febrero, cuando será la entrada de esa ayuda humanitaria, en masa, que tanto necesitan los venezolanos”, señaló Flores desde uno de estos campamentos, en el deprimido barrio caraqueño de Macarao.
Por su parte, el senador estadounidense Marco Rubio pidió en Cúcuta a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que “tome la decisión correcta” y permita el ingreso a Venezuela de la ayuda humanitaria proveniente de Estados Unidos.
“Es un crimen internacional, un crimen contra la humanidad”, aseguró el político estadounidense.