Los dos últimos ejemplos que grafican y justifican lo señalado deben llevar a meditar sobre la necesidad de modificar la forma en que se financia, se aprueba y difunde la publicidad electoral en épocas de campaña. 

¿Se justifica que en tiempos de crisis, el Estado siga pagando las campañas de los candidatos y partidos o deben cubrir esos rubros los actores políticos de forma total o por lo menos parcialmente?. Esa, es una pregunta que merece, por ejemplo, por lo menos discusión.

Además, se debe reflexionar sobre la manera en la que se trata la difusión pública en tiempos de campaña. La dificultad que enfrentó la promoción de actividades y atractivos turísticos de Portoviejo frente al carnaval, que no se pudo difundir a tiempo, es el último ejemplo. Unos días antes, se generó otro inconveniente que frenó la libre circulación de ideas, según un candidato al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, cuando, según sus expresiones, se le censuró el video en el que presentó su propuesta para “Promover la revocatoria de mandato del actual Gobierno para impedir la privatización del patrimonio de los ecuatorianos”. 

Es necesario que el marco legal ecuatoriano supere trabas innecesarias, garantice la libre circulación de ideas y la democracia misma sin condicionamientos.