Decenas de personas caminaron ayer bajo la brisa desde la casa de la profesora “Loly”, como la conocían de cariño,  hasta el cementerio del sitio La Piñuela, del cantón Tosagua, para darle el último adiós.

Al son de la guitarra y canciones tristes se dio el sepelio de la mujer y el toque final lo puso una fuerte lluvia que cayó sobre el cementerio por varios minutos.

“Loly” era profesora de inglés, muy trabajadora, colaboradora y creativa, dijeron sus familiares.

Ellos no pudieron contener las lágrimas al recordar que la mañana del jueves “Loly” salió de su casa, en La Piñuela, con destino a la vía principal para tomar el bus de Costa Norte que la iba a llevar a su trabajo en el cantón Rocafuerte.

Efectivamente, la unidad de transporte pudo rodar desde Tosagua hasta Rocafuerte, pero cerca al sitio Danzarín, perteneciente a este último cantón, por motivos que aún se investigan el bus se salió de la vía, rodó varios metros y terminó volcado en medio de los montes.

El accidente dejó 16 personas heridas, pero entre ellas no se encontraba “Loly”, la suerte de ella fue peor, terminó aplastada por el bus al momento del vuelco y falleció al instante, según dijeron los sobrevivientes.

 

Una llamada. La familia de “Loly” se enteró de la tragedia a los pocos minutos.

Ellos dijeron que una amiga que acompañaba a la profesora en el mismo bus fue quien la reconoció y los llamó para comunicarles que había fallecido en el vuelco.

Allí comenzó su dolor, indicaron los familiares, quienes tuvieron que viajar a Rocafuerte para ver a su ser amado sin vida. Luego el cuerpo fue llevado al centro forense de Manta, donde se le realizó la autopsia. Finalmente, después de todos los procedimientos legales les entregaron a su “Loly” para poderla velar y sepultar.

Los familiares indicaron que aún no saben si van a seguir acciones a causa del accidente, pues por el momento solo querían vivir su luto.