Estos, además de ser acompañantes de la morcilla y la longaniza, ‘brillan’ por sí solos.

Hermencia Cedeño labora en el comedor ‘La Tía’ y cuenta que son muchos los comensales que buscan estos tradicionales platos de la carta criolla manabita.

Ella tiene 48 años y en el lugar labora junto a su familia. Tiene 15 años dedicada a este oficio, que aprendió de manos de su suegra. “Ella trabajaba en esto y nosotros le ayudábamos y aprendimos a prepararlos. Empecé a ayudarla a los 22 años”, recuerda Hermencia. 

 

Caldo. La mujer cuenta que el caldo de manguera se prepara en el agua en el que se puso a cocinar la morcilla, para que tome su sabor.

A este se le agregan las vísceras y condimentos como ajo, comino y sal. A la preparación se le agrega plátano verde. Al momento de servir se le añaden pedazos de morcilla.

“Este proceso dura aproximadamente dos horas con todo”, menciona Hermencia.

 

Majada. Preparar la majada  también demora unas dos horas. La preparación inicia cuando se ralla el plátano verde. A éste se le incorpora maní y achiote, acompañado de otros condimentos. También se le agrega cuero de cerdo. “Generalmente la majada se sirve con un plato de morcilla. La gente disfruta de esto con ají y algunos con limón”, cuenta doña Hermencia.

 

Plátano. Aunque la majada está hecha de plátano, hay quienes disfrutan de este manjar con un verde asado. 

Para esta mujer manabita el secreto del sabor está en el empeño que se pone al momento de preparar cada plato y ella apuesta por la calidad.