El “perdón presidencial” fue una orden del jefe de Estado, Daniel Ortega, y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, como una manera de llevar “amor a muchos hogares nicaragüenses que esperan a sus seres queridos”, indicó el Gobierno en una nota de prensa difundida por medios oficiales.

La decisión benefició a reos de todos los centros penitenciarios de Nicaragua, quienes gozarán de un régimen de convivencia familiar, es decir, no de la libertad total, y deberán reportarse ante las instancias judiciales de forma periódica durante el tiempo que dure el permiso, un dato que no se precisa.

El Gobierno de Nicaragua lleva ya varios años realizando este tipo de indultos, pero lo hace en diciembre, fecha en que además la mayoría de los presos extranjeros son enviados a sus países.

Esta es la primera ocasión que el Gobierno libera a reos en el marco del Día del Amor y de la Amistad y coincide con la peor crisis sociopolítica de Nicaragua.

El Gobierno no informó si entre los beneficiados hay personas que las organizaciones de los derechos humanos identifican como “presos políticos”.