Rodolfo Solórzano trabaja en un sembrío de maíz y cuenta que cuando no llueve le toca regar “a cuentagotas” a la espera de una buena lluvia que avive el sembrío.

Por ahora no ha tenido necesidad de hacerlo, pues “San Pedro está siendo bondadoso y está abriendo la llave”.

Para Solórzano, sembrar maíz en el invierno es como jugar a la lotería. “A veces se gana y en otras se pierde”, señala el agricultor.

Solórzano dice que cuando el invierno no es bueno, afecta a decenas de agricultores en todo Manabí. 

Los que tienen albarradas pueden salvar la cosecha y seguir con la producción de manera normal. “Ellos sí se ganan la lotería”, indica Solórzano.

Para José Macías, quien se dedica a la agricultura en la vía Rocafuerte-Tosagua, a pesar de que las lluvias retomaron en los últimos días, muchas personas están optimistas y siguen sembrando en las colinas, en la espera de que el invierno sea generoso y los ayude a recuperar lo invertido.

 

Otros sembríos. En varios cantones de la provincia los agricultores optan por sembrar maíz.

Sin embargo, existen personas como Ramón Romero, que aparte de sembrar maíz también han plantado fréjol en el sitio Culebra, de la parroquia San Antonio de Chone. 

El agricultor, de 78 años, dice que vaticina que el invierno será “cosechero” y permitiría a los agricultores sembrar cualquier tipo de plantaciones.

Para él, la presencia de las lluvias ha sido buena y aporta significativamente en la producción de los agricultores.

Romero señala que desde noviembre del año pasado empezó a trabajar arando la tierra para sembrar fréjol.

“Con las primeras lluvias de diciembre la planta empezó a crecer. Yo sembré una hectárea de este producto y cinco cuadras de maíz. Maní también”, dice el agricultor mientras revisa sus cultivos.

 

Primer cosecha. Romero señala que las lluvias han sido tan buenas que desde hace una semana empezó a cosechar el fréjol para venderlo.

“La experiencia en el campo permite que uno decida cuándo siembra y cuándo no. Ahora tengo dos meses seguidos para cosechar mucho fréjol, el cual estoy vendiendo. Si el invierno sigue así voy a sembrar habas, achogcha, fréjol y pepino”, indica.

El agricultor Pablo Dueñas espera que “Dios nos siga bendiciendo de esta manera, pues a veces hay hasta tres días que no llueve, pero luego comienza a caer el agua de manera moderada, es casi como si el cielo nos viene a regar nuestros sembríos y eso es bueno”, destaca.

Según Dueñas, en el almanaque Bristol (antiguo calendario) se pudo dar cuenta que este invierno estaba apto para el cultivo. Es así que sembró en dos cuadras de las siete que cultiva cada año, en la parroquia Boyacá de Chone. 

Hasta ahora las plantas tiene casi 50 centímetros de estatura y las hojas de su sembrío están verdes y con mucha vida, explica.

 

Experto. Frank García, responsable de la Unidad de Gestión Productiva del Ministerio de Agricultura y Ganadería  (MAG) en Manabí, dice que como entidad se han percatado de que las lluvias de este invierno han sido constantes, lo cual favorece a las plantaciones de los agricultores.

El funcionario señala que durante estos meses han dotado de subsidios a los pequeños agricultores para mejorar su producción. Asegura que son cerca de 9 mil agricultores de todo Manabí los que han sido favorecidos con la entrega de los kits del MAG.

El cacao es otro de los frutos que los agricultores cosechan. Según datos del MAG, en Manabí se siembran unas 110 mil hectáreas de cacao fino de aroma, con un aporte de entre el 25 al 30 % a las exportaciones nacionales.  El MAG, a través del Proyecto de reactivación de café y cacao fino de aroma, ha intervenido unas 43 mil hectáreas de estos cultivos.