El agricultor Alejandro Alonso informó que solo dejaron los huesos de los animales, y por eso tiene la certeza de que la carne habría sido llevada para su comercialización. “Un día antes de que los animales fueran asesinados llegó una mujer en una camioneta con varias personas pidiendo información sobre los terrenos que están en venta. Nosotros presumimos que en realidad andaban verificando dónde había caballos y mulares para robárselos y faenarlos”, expresó Alonso.

Él tenía dos mulares valorados en 500 dólares cada uno, y fueron robados cuando estaban en un potrero.

Se percató de que no estaban cuando iba a ensillarlos porque pretendía ir a la montaña a cortar hierba. Al buscarlos, los encontró muertos a un costado de la carretera. “Es algo terrible lo que han hecho con las mulas. Queremos informar que su carne no es apta para el consumo humano, y por eso presentamos una denuncia en la Fiscalía para que investiguen la posible comercialización en los mercados”, manifestó.

 

Afectado. Las mulas fueron faenadas junto a un árbol con la yegua preñada propiedad de Ubaldo Pico. “Me duele que hayan matado a la yegua porque iba a parir un mular. Ese animal era mi medio de transporte y ahora me he quedado a pie”, dijo Pico.

Con su yegua iba diariamente a la montaña a cortar plátano, café y guineo. “Nosotros reconocimos a los animales por las cabezas. Ahora tememos que sigan los robos en la comunidad”, expresó.

En este mes también le robaron dos toros al agricultor José Pico, mientras que a Humberto Pico se le llevaron dos vaconas. A Francisco Pico le robaron dos chivos, y a Miguel Pico, dos vacas. Todos son miembros de una misma familia.