Con el pasar del tiempo la ciudadela, fundada hace 49 años, se fue llenando de habitantes hasta completar la cifra de 2.675 habitantes, según el presidente barrial, Luis Morán, quien afirma que a pesar de esta presencia multiplicada, nunca hubo atención.

Hasta que, en julio del año pasado, la actual administración municipal le cambió la cara a la ciudadela con la intervención de las calles, trabajos que terminaron en diciembre, es decir, duraron seis meses.

Aunque hay satisfacción en sus moradores, algunos se quejan de que, por ejemplo, la Gabriela Mistral no ha sido tomada en cuenta.

Luis Morán afirma que “ha sido una lucha conseguir las obras, no solo lo de las calles, sino también la semaforización y la instalación del ojo de águila”.

“Me he peleado con todo el mundo, hasta con el alcalde”, cuenta Morán, quien también destaca el hecho de que el parque, que “antes era el sitio preferido de marihuaneros, hoy está libre de esa plaga”. 

Todo gracias al esfuerzo de la comunidad y de las autoridades.