De otros, en cambio, ni nos imaginamos que en algún momento podrían haberse llevado bien.

Un claro ejemplo son la actriz María Raquenel Portillo y la cantante Gloria Trevi (ambas mexicanas),  quienes pasaron de ser grandes amigas a enemigas declaradas.

Todo cambió cuando el esposo de María, Sergio Andrade, fue a la cárcel y tuvo una hija con Trevi. 

Otro caso es el de las cantantes Taylor Swift y Katy Perry. Ambas fueron amigas entre los años 2009 y 2011. Llegaban juntas a las premiaciones y alfombras rojas y se bromeaban a través de las redes sociales. 

Su lejanía empezó cuando en el 2012 Katy Perry empezó a salir con el cantante John Mayer. El problema es que Mayer había sido antes novio de Taylor Swift. Tras su ruptura, Taylor le dedicó una canción llamada ‘Dear John’ con una letra plagada de rencor.

Pero no fue un hombre el que las convirtió en enemigas. Fue el trabajo. 

Taylor estaba de gira entre los años 2012 y 2013 presentando su disco Red. En su gira llevaba a tres bailarines que anteriormente habían bailado en la gira California dreams de Katy Perry. Esta última se puso en contacto con ellos y les pidió que abandonaran a Taylor, y al enterarse la rubia los despidió.

Aunque en mayo del año pasado Katy envió una carta pidiendo disculpas a Taylor y ella las aceptó, su amistad no ha vuelto a ser la de antes. Ahora solo llevan una relación cordial.

Sin embargo la guerra de ‘canciones’ parece haber terminado.