“Martha está viva; quizá otra Martha, que puedo ser yo, o tú, no corra con la misma suerte".
Esta semana se ha leído de todo.
Hay mucha basura en las redes sociales, tanto así que estoy a punto de desaparecer.
La despenalización del aborto, tema que actualmente se debate en la Asamblea, ha sacado a relucir lo más asqueroso de esta sociedad: hipocresía y machismo del peor nivel. Por un lado están los provida, por otro la Iglesia, curuchupas enfermos, los del patriarcado, los ignorantes, y sobre todo aquellos que repiten y comparten ideas o pensamientos sin razonar.
A Martha la violaron tres hombres, le dieron droga en una bebida, ingresaron a sus partes íntimas un palo de billar, un vaso de vidrio y una botella de cerveza.
Tuvo múltiples desgarros. La encontraron desnuda, inconsciente, en un baño. Si Martha queda embarazada y decide abortar, el Estado podría encarcelarla.
Aunque parezca mal chiste, esas son nuestras leyes. La cultura de la violación abarca generaciones y no se reflexiona.
Nuestros niños deberían tener oportunidades diferentes. Martha está viva; quizá otra Martha, que puedo ser yo, o tú, no corra con la misma suerte.