Se sabe dónde comienzan, pero no dónde terminan porque, desde abajo, el aspecto que presentan es de absoluta calamidad.

Desde allí, desde uno de los peldaños de las escalinatas de la calle 12 de Marzo, doña Merly Alvia Zambrano puntualiza cuáles son las prioridades de ese sector en el que vive desde hace 60 años.

“Esto era pura montaña, tanto que los propietarios tuvimos que donar tres metros de nuestro terreno para hacer la calle”, evoca doña Merly, en tanto su mirada se posa en el cruce de la calle 12 de Marzo y avenida Guayaquil.

Casi sin pestañear asegura que los principales problemas que tienen son la falta de un semáforo “no ha habido desgracias mortales porque Dios no ha querido” -en esa intersección- y las escalinatas, a las que le faltan muchos escalones.

“Yo casi no subo, solo cuando un vecino muere u otra emergencia, pero hay otras personas que las usan a diario”, manifiesta la antigua moradora.

Respecto a los servicios básicos asegura que sí funcionan, aunque en la parte de arriba del barrio, por las escalinatas, hace falta más iluminación porque en las noches gente de otras partes llega para evadirse de la realidad de la forma más rápida y barata: consumiendo drogas.