Para Navidad los moradores elaboran un nacimiento gigante y realizan la respectiva novena.

Pero pese a estas ventajas, la ciudadela tiene una especie de herida que no cicatriza desde hace casi toda la vida.

Se trata de una zanja o canal, la cual en verano pasa seca, pero en invierno concentra no solo uno, sino varios problemas.

Josselyn Intriago, una de sus moradoras, cuenta que no hay un solo criterio al respecto, pero ella tiene  el suyo bien definido.

“Yo tengo entendido que es un río porque por allí baja agua; si se lo tapa se generaría un problema”, comentó la ciudadana.

Otros moradores, en cambio, creen que sí se lo debería tapar o intervenirlo. 

“Carla” -nombre protegido- aseguró que ese canal lo que sirve es de botadero de basura y para que haya mosquitos.

“Lo mejor es que lo tapan y se busque cómo evacuar las aguas en invierno por otros medios”, dijo.

Por los servicios básicos no hay quejas, ya que la basura la recogen en las noches, tres veces a la semana; el alcantarillado funciona, lo mismo el agua potable y la energía eléctrica.