De allí en adelante, Jazmín Quijije Barreiro, de 65 años, se queda lejos de los vehículos cuando llega a un lugar; aunque reconoce que cuando una desgracia está para acontecer, pues agarra a su víctima en cualquier 

sitio.

Producto del impacto, Jazmín perdió su pierna derecha y se hizo de lesiones que con el paso del tiempo se curaron. En total fue sometida a siete cirugías y volvió a su casa en Santa Ana luego de dos años de la tragedia.

 

Listos. Fue el 17 de abril del 2004 (hace 14 años) en que se dio el accidente de tránsito en la avenida 15 de Abril, de la parroquia Andrés de Vera de Portoviejo; justamente un político que ostentaba la alcaldía de la ciudad organizó un baile popular frente al coliseo de 

deportes Homero Mendoza.

Jazmín Quijije formaba parte de la delegación de la orquesta Bachata Show de Santa Ana (ahora Manolo y su orquesta), y el vehículo que los trasladó fue estacionado junto al escenario. Alrededor de las 19h00, uno de sus nietos le dijo que tenía hambre, así que intentó acompañarlo a comprar un chuzo. 

De pronto unas luces la encandilaron y retuvo al menor para que no saliera; mientras peleaba con su zapato atrapado con la puerta del carro, el 

cual se encontraba retenido y no le permitía moverse.

Golpeada. Sucedió lo pensado y una camioneta se le fue encima. Metal contra metal, prácticamente le cercenó la extremidad inferior izquierda; mientras la otra pierna le quedó pegada por piel y tendones. Las astillas de los huesos quedaron esparcidas varios metros alrededor.

A pesar del golpe y de estar atrapada, Jazmín perdió el conocimiento y permaneció reclinada sobre el capot del carro que la embistió. 

Uno de los hijos, lleno de desesperación, gritó está muerta, está muerta, “pero el dolor no me permitía decir nada, en ese momento precisaba de ayuda, eso quería gritar”, citó.

Adelante. Entre los asistentes al baile se encontraba un militar y no dudó en darle respiración artificial mientras la ayuda llegaba.

La fémina, en estado grave, fue llevada al hospital Verdi Cevallos Balda, luego a la clínica San Antonio, donde, según ella, recibió la mejor atención, ya que la encaminaron a la recuperación total.

La familia, encabezada por Manolo Monge (esposo), buscaron atención en una casa de salud en Quito y luego en la clínica Galeno, también en la capital de la República. Un militar fue quien la atropelló.