Los trabajos -que se cumplirían en un plazo de cinco días- se realizan desde el sector de La Solita hasta la ciudadela San Jorge, en Portoviejo.

Según explicó Dalton Andrade, director de Ambiente y Riesgo del municipio, la limpieza se la hace por tramos, es decir en donde hay mayores afectaciones.

“Los trabajos contemplan la eliminación de los taponamientos del ducto, ocasionados por los mismos habitantes del lugar, especialmente con fines agrícolas”, señaló Andrade.

El funcionario indicó que, cierta maleza, sirve para contener el agua, aunque también trae mosquitos.

Ayer, una máquina retroexcavadora realizaba dichos trabajos en una zona cercana a donde se encuentran las letras gigantes con la palabra Jesús. El acceso al lugar es restringido, porque se debe entrar por una propiedad privada.

Reacciones.  Para los moradores ribereños de la quebrada, como Eusebia Vásquez, los trabajos que se están realizando están atrasados.

“Sin mentirle, desde hace tres años, al menos por este sector, que no se limpia el río. Cuando llegué por aquí, hace más de 20 años, no era necesario, porque todo era monte”, dijo la moradora, quien habita en el sector Nueva California, a un costado de la avenida Bolivariana.

También criticó que se lo haga en invierno y no en verano, cuando los trabajos pueden avanzar más.

“Así cualquier momento se para la obra y no se hace nada”, agregó Vásquez.

Otro morador de ese sector, Manuel Vélez, se pronunció en el mismo sentido: “El alcalde no ha hecho nada por esta zona. Es probable que por las lluvias hasta se paralicen los trabajos. Esto debe hacerse cuando no llueve”, señaló el vecino.

Uno de sus temores es que, con las lluvias, Río de Oro se desborde y aparezcan alimañas, como en otras ocasiones. 

“Por aquí han aparecido culebras, aparte de los mosquitos”, comentó Vélez.