En lo que tiene que ver con los de América, el viernes pasado se reunieron en la capital peruana los que conforman el Grupo de Lima, de los cuales 13 votaron a favor de no reconocer al nuevo Gobierno de Maduro, a quien instaron a no asumir el nuevo mandato, por ser producto de un proceso electoral calificado de ilegítimo, por derivarse de unas elecciones que no contaron con los estándares mínimos de democracia, ni con la participación de todos los actores involucrados en el proceso venezolano.

De esos países del Grupo de Lima, solamente se abstuvo el representante de México, nación que es gobernada actualmente por un político de ultra-izquierda, llegándose a presumir la posible salida de México de ese denominado Grupo de Lima.

Por otro lado se tiene que el sábado último se instaló en Venezuela la Asamblea Nacional, designando al político opositor Juan Guaidó como presidente del Legislativo, organismo ante el cual le correspondería jurar en su nueva posesión a Maduro. Pero, como ya se sabe, esa posesión constitucional no se dará, por cuanto el Gobierno de Maduro no reconoce la legitimidad de la Asamblea Nacional. Peor aún, ahora que este organismo legislativo está presidido por un militante del partido fundado por el opositor Leopoldo López, que permanece en prisión, siendo un político que goza de un gran respaldo popular. 

Al insistirse en la ilegitimidad de la nueva elección de Nicolás Maduro, la Asamblea Nacional propone buscar las condiciones para la inmediata actuación de un Gobierno transitorio que cuente con el respaldo general y que realice nuevas elecciones libres que permitan la vuelta a la democracia de Venezuela, como paso firme para la recuperación económica y de todos los derechos ciudadanos e institucionales.

Por todo esto nos sumamos al pedido hecho de que Ecuador no mande representante a esa nueva posesión de Maduro.

Mientras se esperan mejores días para Venezuela, se tiene que 6 países de América tendrán este año elecciones presidenciales.

Se trata de El Salvador en febrero, Panamá en mayo, Guatemala en junio y Argentina, Uruguay y Bolivia en octubre.

Ojalá se trate de elecciones libres y democráticas, siendo lo mejor para todos, que se constitucionalice la no reelección inmediata para un mejor ejercicio electoral y evitar así la mañosa permanencia de un mismo personaje por largos períodos.