El atacante manabita se inició en el 2006 en Liga de Portoviejo y cuenta con una extensa trayectoria, en la que se incluyen fichajes en la liga española con Villarreal en el 2014 y el mexicano Cruz Azul en el 2015, antes de su regreso al país para militar en Independiente del Valle. 

Las dos últimas temporadas jugó para El Nacional, cuadro con el que anotó 17 goles.

Es motivante, hay que tratar de hacer las cosas bien, se viene un campeonato largo y competitivo.

Católica es un club serio y competitivo, tiene una buena plantilla de jugadores y donde tendré la opción de jugar en la Copa Sudamericana. 

Es complicado, pero buscaré ganarme un espacio en Católica y hacer mi nombre en el club, porque mi idea es consolidarme en el fútbol profesional. 

En el 2018 me afectó el tema de las lesiones y, pese a ello, cuando tuve la oportunidad de actuar lo hice bien, marcando goles y eso es positivo. En el fútbol por ser un deporte de contacto todo puede pasar, pero la idea es realizar un buen trabajo y estar a disposición cuando el entrenador lo requiera. 

Primero será ganarme un puesto para sumar la mayor cantidad de minutos en Católica y hacer goles, porque sé que aquello me podría abrir las puertas para volver a salir del país.

Por su puesto, siempre la meta es llegar a vestir los colores de tu país y a la vez representarlo de la mejor manera, pero primero debo hacer las cosas bien en mi club para poder ser considerado. 

En Manabí hay una excelente base de jugadores con talento, pero lamentablemente muchos de ellos no se han decidido a superarse fuera de la provincia, por eso son pocos los jugadores que a muy temprana edad toman la decisión de buscar un mejor futuro personal y el bienestar para su familia. 

Que siempre confíen y que no le teman a las adversidades, porque las cosas siempre se dan cuando uno es perseverante y profesional y se tiene la disciplina que se requiere.