Los feligreses de la parroquia San Nicolás de Mira, en el sector cinco de la cooperativa Santa Martha, se resisten a creer lo que han leído en los diarios.

Lino López dice que el clérigo fue quien “lo encaminó en la palabra del Señor”. “Lo recuerdo como un cura ejemplar. Él fue un guía para mí. Me invitó a un retiro y ahí me fui encaminando”, señala.

Cuando Lino lo conoció, este tenía varios años dando misa “en la iglesia verde”, como se llama al templo San Nicolás de Mira.

Vestimenta. El religioso es ya mayor, estatura pequeña y con bigote.

“Exigía que las personas vayan bien vestidas. Decía que la iglesia no era una casa de citas, sino la casa del Señor”, recuerda López, quien es catequista.

El religioso se fue hace unos seis años de la parroquia. Los vecinos aseguran que siempre lo ven y que él sigue asistiendo a la iglesia. 

“Cuando yo llegué al barrio él ya estaba por irse, pero es una persona correcta, excelente”, dice una moradora de Santa Martha.

Ella y Lino se resisten a creer que la persona que ellos conocen sea la misma que el diario español El País señala como un prófugo de la justicia.

El nombre de Jorge S. forma parte de la lista de sacerdotes acusados de pederastas, cuyas supuestas violaciones han vuelto a la luz tras más de 20 años en la línea de Tolerancia Cero que impulsa el Vaticano.

Según la investigación, el padre es acusado de abusar de un menor de 13 años en 1988. En esa época la petición fiscal fue cinco años de cárcel.

“La Audiencia de la capital catalana lo llamó a declarar en octubre de 1991 y no se presentó. El arzobispado de Barcelona argumentó que había salido del país ‘de misiones’, pero no aclaró nada más. 

Noticias. No hubo más noticias de su paradero hasta que fue arrestado en enero de 1994 en Uruguay, donde había entrado con un visado turístico. España pidió su extradición el 4 de marzo de ese año, pero fue denegada en junio”, señala el medio español.  

“El cura quedó libre y se perdió su pista. Hasta hoy. El País le ha localizado en la Diócesis de Santo Domingo de los Colorados, en Ecuador. Siempre estuvo allí, y el arzobispado de Barcelona siempre lo supo: lo mandó la propia diócesis en 1990 tras enviar una solicitud por carta, según confirma el vicario general de Santo Domingo, Galo Robalino”, indicó El País. 

Robalino mostró su consternación por los antecedentes de Jorge S., quien está jubilado desde hace cinco años, pero continúa en Ecuador.

“Esta noticia me cae de sorpresa, me entero por usted, dudo mucho de que nos informaran de su situación, no creo que el obispo de entonces, Emilio Stehle, lo hubiera permitido, pero vamos a mirar la carpeta de este sacerdote a ver qué hay”, explicó.  

El proceso por el que se acusa al clérigo fue reabierto el 16 de junio del 2016.

Edith Margarita Barre vive hace 40 años en el sector 5 de la Santa Martha, y asistía a las misas que daba el sacerdote. “Nunca vi nada raro. El padre no se metía en la vida ajena, aunque muchas personas hablaban mal de él”, indicó.

Ella colaboraba con la iglesia donando presentes. “No era que el padre nos pedía”, aclara. 

Los feligreses hacían rifas para recabar fondos.

Ella dice que los últimos meses que Jorge S. estuvo en la iglesia fueron complicados para él, por una enfermedad que padecía. “Se lo veía decaído. No nos dijo que se iría”, sostiene.

La Diócesis de Santo Domingo, en un comunicado, dio a conocer que el sacerdote  llegó en 1990 en calidad de misionero.

“No se ha conocido ni extraoficialmente, ni de forma oficial, de un juicio en su contra por una acusación de abuso a un menor”.

Actualmente el párroco es jubilado y no tiene contacto con los fieles, agrega el documento. 

Según El País, el caso salió a la luz cuando la supuesta víctima escuchó una charla en el colegio sobre Sida y temió haber contraído la enfermedad. “Vio que tenía unos granos en la espalda y entonces decidió contar a sus padres lo ocurrido, según reveló el sumario del caso. La familia decidió entonces presentar una denuncia contra el sacerdote, que tenía unos 40 años, por más de una decena de agresiones”, indica El País.   Se desconoce el paradero del clérigo. Actualmente no existe una orden de arresto  contra él, señala el diario español. 

El Ministerio del Interior ha indicado que quizás se deba a que el proceso no se ha mantenido abierto, sin embargo, autoridades españolas están recabando información.