Él murió, pero dejó la receta en manos de doña Mercedes, quien luego del fallecimiento de su padre esperó cinco años para devolver el sabor de estos granizados.

“Mi padre vendió prensados desde los 13 años hasta los 72, cuando lamentablemente murió”, agrega doña Mercedes, mientras la escarcha toma forma sobre el vaso.

Cuenta que su padre era muy amiguero y le gustaba hacer bromas, “él siempre decía que para recordar sus prensados, tenían que acordarse de Dios por su nombre”, menciona entre risas.

 

>NOSTALGIA. Mercedes indica que realizar prensados es una labor que ya forma parte de la tradición rocafortense. “El jarabe también se comercializa para hacer cócteles”, dice. 

Hay prensados de todos los sabores, desde jarabe espeso como el rojo de la rosa, verde menta, amarillo crema, azul chicle, son los que decoran las partículas de hielo.

Los prensados de don Diógenes salieron de su natal comunidad para tener una sucursal en el centro de Rocafuerte y seguir expandiendo su sabor. 

En la entrada a la comunidad El Pueblito, en la vía que conduce a Crucita, también se pueden encontrar estos refrescos.

“Es un negocio en honor a la memoria de este personaje tan destacado” asegura Pedro Zambrano, hijo de “Diosito”. 

Don Pedro junto a su esposa decidió llevar a otro nivel este refresco tan tradicional, sin perder el toque único de los prensados de “Diosito”. Comenta que con el pasar del tiempo ha tenido gran aceptación.