Actualizado hace: 935 días 1 hora 46 minutos
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Para los ciudadanos portovejenses cuando salen a elegir a su alcalde, su tendencia en 198 años de independencia política ha sido de no reelegir a nadie. Su conducta se debe que el pueblo no aprueba malas administraciones, por despilfarro de dinero del Estado en contrataciones públicas, contrataciones de personal (piponazgo), calles en mal estado, falta de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, telecomunicaciones, seguridad, recolección de basura, y pare de contar. Por eso el pueblo nunca más lo reelige.
Portoviejo es una ciudad muy altiva y señorial por su calidad de gente, es generosa y servicial, trabajadora como el que más, pero cuando le fallan sabe castigar a sus adversarios en tiempo de política. Por eso casi nadie se atreve a reelegirse por el temor desfavorable en las urnas.
Desde el sillón de Menéndez hasta la actualidad, que lo ocupa Agustín Casanova, nadie ha sido reelegido. Es una decisión dura de tomar y casi con lágrimas en los ojos algunos políticos tienen que decirle no a su ciudad amada, porque las críticas llueven de todo lado y de la misma prensa cuando la cosas no se hacen bien, existe una presión para que todas las obras se cumplan a cabalidad.
Ser alcalde de Portoviejo es complicado, por tantas necesidades insatisfechas de nuestro pueblo. La gente es muy exigente en sus pedidos, si no le cumplen cierran calles o hacen paro y por último, cuando les hacen la obra, dicen que no es así, que la obra está mal y que no sirve. Somos tan complicados que a veces los administradores de la ciudad quieren tirar la toalla.
Como alcalde de Portoviejo puede construir la mejor obra del mundo, invertir los millones que sean y nunca estarán satisfechos con lo que haga. Así somos los portovejenses y me gusta como somos. Por eso Portoviejo lo poco que tiene lo ha conseguido con esfuerzo y lucha en las calles, porque hay autoridades tercas y de oídos sordos. Su gente no pelea solo para su ciudad, sino para toda la provincia y se ha demostrado.
Todos los políticos que han pasado por la alcaldía de Portoviejo nunca han podido reelegirse. Pienso en voz alta: ¿y no será una falla de los políticos? A lo mejor eso le faltaba al pueblo, alguien que continúe con el trabajo de ciudad, porque todo ha sido truncado y se ha quedado a media. Esa ha sido la falla de Portoviejo de no continuar con un buen alcalde.
En los actuales momentos existe alguien que quiere romper esa tradición en Portoviejo, es el actual alcalde Agustín Casanova Cedeño, quien ha tomado la decisión conjuntamente con su familia, amigos y adherentes del movimiento Camino, con una aceptación respetable de la ciudadanía, trataría nuevamente de buscar el sillón de Menéndez. Es duro porque ha Portoviejo le falta mucho que hacer, centros comerciales, terminal terrestre, agrocentro, mercado de mayorista, calles, etc.
Agustín Casanova donde consiguiera la voluntad del pueblo pasaría a la historia política de Portoviejo como el único alcalde reelecto.
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