una campaña por el respeto a las personas con discapacidad se desarrolló ayer en los buses urbanos. Jóvenes voluntarios abordaron las unidades de transporte e hicieron una dramatización para concientizar a los usuarios sobre el buen uso del asiento preferencial. Estos son destinados para el uso de las personas con discapacidad, adultos mayores y embarazadas y se diferencian por ser de color amarillo o rojo. Marcos Acosta, voluntario y miembro de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ/YMCA), señaló que la mayoría de usuarios no están informados sobre estos derechos. Los jóvenes hicieron una dramatización para que el mensaje llegue con más claridad. Ellos abordaron unidades en forma aleatoria. Allí se encontraron que estas sillas estaban ocupadas por personas que no tienen ningún limitante físico. > ACTIVIDAD. Vanessa Ramos, técnica del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos (CCPD) quien coordinó la campaña, manifestó que en marzo de este año se desarrolló un estudio que determinó que aproximadamente un centenar de personas con capacidades diferentes utilizan bus urbano. “Actualmente las personas con el 30 por ciento de discapacidad deben pagar solo medio pasaje, antes era del 40 por ciento en adelante. Esto ha causado ciertas diferencias con los conductores que insisten en que deben pagar el pasaje completo”, explicó. La campaña también tuvo como meta que los usuarios se “solidaricen” con quienes se transportan en sillas de ruedas y que desde hoy empezarán a usar las paradas inclusivas. Las estructuras, doce en total, se ubican en lugares estratégicos del anillo vial (avenida Abraham Calazacón) y se estrenan hoy. Heckel Vega, gerente de la Empresa Pública Municipal de Tránsito (EPMT), señaló que la inversión en las infraestructuras fue de 36 mil dólares.