Este buen ser humano, quien -mereciéndolo- nunca persiguió prolongarse en el poder, como lo han hecho, intentado y persiguen conmilitones suyos que se tildan izquierdistas, como Maduro, Ortega, Kichtner, Correa y Morales; este último a quien en votación popular le negaron su pretensión y con leguleyadas intenta desobedecer la voluntad popular; de los otros, son tristes y dolorosas para los pueblos a los que ellos debieron y deben servir, los dramas que se viven y que son noticias diarias: Criminales represiones en Venezuela y Nicaragua, con prisión presidencial ad portas en Argentina y en nuestra patria, y todos, salpicados por el común denominador de la más grande corrupción de ellos individualmente y de los dirigentes máximos de sus movimientos políticos, los que realmente fueron usados para sus abusos de todo orden, de los que también padeció nuestro Ecuador, sin  excluir a este Manabí, de esas verdaderas mafias entontecidas por el dinero, como paulatinamente se está descubriendo, para aquí ahora tener que vivir corrigiendo el caos institucional y económico que como herencia nos dejaron estos farsantes y corruptos consuetudinarios.

Por ello, la gestión de Pepe Mujica se refleja en sus célebres frases; una: “A quienes les gusta el dinero, quédense muy lejos de la política”, misma que debe tenerse muy en cuenta en el momento de elegir dignidades en las próximas elecciones, especialmente por las públicas conexiones y compadrazgos de los jerarcas del ya develado mafioso “correísmo” con quienes practican el “camisetaso” y el zig-zag político como lo más natural; a esos oportunistas que desconocen que la política es la oportunidad de mejorar las sociedades, porque símiles a ella, individualmente somos nosotros, a esos aventureros que este servicio social lo han reemplazado como que es uno más de sus negocios; a ellos, para decidir, comparémoslos con el único ex presidente que libre de culpas, con su ejemplo de trabajo y simpleza personal, anda libre y ufano por calles y plazas de su nación y el mundo; ese no es otro que Pepe Mujica, el único que sirvió a sus electores con lealtad, honradez y respeto.