Por un tema relacionado a la estadística de valores extremos terminé revisando la distribución de Pareto y forzosamente me vi obligado a revisar la regla 80-20. Lo que esta regla muestra – y es la cruda realidad – es que en la mayoría de los casos la distribución no es equitativa. Y si esta realidad se la traslada al sitio del trabajo – utilicemos el ejemplo de los gemelos – suponer que dos gemelos son compañeros de trabajo, probablemente van a tener dos rendimientos diferentes en la misma tarea. Si los gemelos tienen un similar acervo genético, tienen potencialidades parecidas y pueden tener rendimientos distintos, ¡qué se puede esperar cuando se comparan dos personas diversas sin familiaridad alguna! El punto es que nadie es igual.