En efecto, la evangelización y predicación no solo la hace a través del dominio de varios idiomas de países y lengua de comunidades que honran su liderazgo mundial, sino lo basa en el conocimiento de la Biblia y las sagradas escrituras con el nuevo y viejo testamento llevado a cabo por personajes intelectuales diferentes, en tiempo distinto y espacio diversos.

Naturalmente, la festividad de la Virgen María del Quinche, que se convierte en una gran fiesta religiosa, es patrocinada y coordinada por la Iglesia Santa Rosa de Canuto registrada como Patrimonio Cultural del Ecuador, recibe cada año del 12 al 21 de noviembre multitudinarios homenajes de júbilo y alegría, adoración y veneración de parte de miles de cristianos creyentes que 

llegan de la región Costa, Sierra, Oriente y Región Insular.

El párroco de Canuto, Robinson Paredes Villavicencio, como sacerdote ordenado y elegido para celebrar y  ofrecer el sacrificio en la Santa Eucaristía, administra y conduce la Iglesia que orgullosamente conserva la majestuosa y  arquitectónica torre de arte colonial.

La vocación sacerdotal del ministro del altar y de Canuto es su razón de ser y existir. Pero al ser reconocida  por propios y extraños enaltece y engrandece  la personalidad de sacerdote.

La mirada maternal de la Virgen conlleva a que los feligreses  detenidamente  se pregunten: ¿Por qué la Virgen lleva en su mano derecha al Divino Niño Dios? Recuerda que está más unida a él; exhorta a vivir en unidad y compartir las cosas buenas y también las difíciles; invoca a eliminar el odio que se tiene por otra persona, porque el odio es la raíz de casi todos los actos violentos.

El Rosario de la Aurora, como su nombre lo indica, termina antes de la salida del Sol, la procesión durante la novena es acompañada por una gran muchedumbre de devotos de toda condición social, con cánticos y rezos, mandas y plegarias, ruegos y agradecimientos, sufrimientos y súplicas; muchos llevan hábitos que representan la vestimenta de la Virgen.

Sería ingenuo no reconocer que la iglesia es el templo de congregación de los sacerdotes, religiosos, consagrados, catequistas y devotos destinados  a obras de piedad y religión.

El vínculo de unidad religioso que existe entre el Sumo Pontífice y la Virgen es como la que existe entre un padre cariñoso y su hijo: El Vicario de Jesucristo, sucesor de San Pedro en el gobierno universal de la Iglesia católica, defensor de la humanidad en general y de los pobres en particular, es  solidario con todos los que sufren física y espiritualmente; mientras la bienaventurada  Virgen María del Quinche por el poder divino de los milagros y fe, constituye la esperanza de aquellos a los que no le queda ninguna.

Reflexionando: Santísima Virgen María del Quinche, madre y abogada de Canuto, testimonio constante  y vivo de los canutenses, manabitas y ecuatorianos.