En la calle Raúl Clemente Huerta nadie posee el servicio de alcantarillado, apenas cuentan con pozas sépticas, las cuales una vez que el río empieza a subir de nivel durante el invierno se desbordan.
Otro de los problemas que tienen son las calles, pues ninguna cuenta con asfalto, y cuando llueve se vuelven lodosas e intransitables; a esto se suma el daño de las aceras.
Rosa Medina, habitante del sector, expresa que “esto después del terremoto quedó botado, queremos que nos construyan una cancha de uso múltiple, que nos tomen en cuenta”.
Los vecinos esperan que se dé pronta solución y poder ser parte del cambio.
En cuanto al agua potable y la recolección de basura afirman no tener problemas, pues tienen ambos servicios de manera oportuna.
En seguridad, destacan que poco a poco ha ido cambiando la imagen de la ciudadela, ya que entre todos se cuidan.
Cuentan que la policía hace guardias y no se registran robos.
“Es una ciudadela bastante tranquila, es bueno vivir así”, indica.
Desde la dirección municipal de Obras Públicas se informó que se va a realizar inspección para analizar los pedidos que hacen los moradores.