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En discapacidad, Manabí siente el centralismo

El centralismo tampoco es ajeno a las personas con discapacidad. En Manabí no se maneja un presupuesto y se hace desde Quito.

Jueves 15 Noviembre 2018 | 06:00

A pesar de que el Consejo Nacional Para la Igualdad de Discapacidades (Conadis) tiene una oficina en Portoviejo, el ente no maneja presupuesto. La parte económica la maneja planta central en Quito, reveló un funcionario que pidió el anonimato.

¿Cuánto se ha invertido en proyectos para este grupo prioritario?.
Según el Plan de Inversiones de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), desde el 2008 hasta el 2017 a nivel nacional se invirtieron 42’399.885,58 dólares.
De ese monto, $ 19’412.945 fueron para la provincia de Pichincha; $ 6’160.521 fueron para Guayas; y, 1’861.825 dólares para Manabí (ver recuadro). Es decir, Manabí recibió  17’551.120 dólares menos que Pichincha.
Según cifras del Conadis, Guayas es la provincia con mayor población de personas con discapacidad, con 109.990; le sigue Pichincha con 69.879; y, Manabí con 46.380 personas. Es decir, a cada persona con discapacidad en Pichincha le correspondió 277.81 dólares; por cada guayasense fueron $ 56 y a los manabitas les correspondieron $ 40,14, en la última década.
Entre los proyectos de inversión constan la dotación de ayudas técnicas, medicamentos e insumos médicos; impulso a la gestión; fortalecimiento a la gestión de las federaciones; la misión Joaquín Gallegos Lara y otras, detalla el plan de la Senplades. 
No solo el Conadis ha hecho inversión. En el 2013, por decreto ejecutivo se creó la Secretaría Técnica de Discapacidades; y en el 2017 la Secretaría Técnica para la Gestión Inclusiva en Discapacidades. Ambas, con sede en la capital de los ecuatorianos. 
 
Reacciones. Anselmo Lino Pincay, presidente de la Unión Nacional de Organizaciones de Personas con Discapacidad de Manabí, afirma que la ayuda no ha llegado para todos. “A muchas personas con discapacidad no se les ha hecho sus viviendas que perdieron en el terremoto”, dice. 
Las ayudas técnicas,  como sillas de ruedas, muletas y audífonos, también hacen falta, recalca.
De hecho, asegura que muchos de estos requerimientos los han hecho desde Quito, “pero aun así estamos olvidados”.
Luisa Cedeño, exdirigenta de personas con discapacidad en Portoviejo, señala que durante la última década la situación de muchas personas de este grupo prioritario ha cambiado, pero considera que falta apoyo para los familiares que quieran tener su propio negocio.
Elizabeth Alcívar vive esta situación. Dice que quiere poner su negocio, pero no puede trabajar por cuidar a su hija que padece de parálisis cerebral.
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