La de ayer quedó igualada 2-2 y ahora habrá que esperar 13 días para volver a verlos en el Monumental, en donde continuará la historia y se conocerá al rey de América.

La final, que debió jugarse el sábado pero que se suspendió por la lluvia, está abierta.

La primera fue una enorme final en donde ningún equipo especuló en buscar otro resultado que no fuera el triunfo, pero que al final terminó con empate que parece justo.

River mostró mucho más juego y se notó en La Bombonera. Sobre todo en los primeros 30 minutos, cuando dominó y provocó un par de buenas atajadas del portero Agustín Rossi.

El partido se descontroló en el último cuarto de hora del primer tiempo.

> Goles.   Ramón Ábila abrió el tanteador para Boca al minuto 34 cuando mejor jugaba River. 

Boca consiguió su primera jugada con tres pases positivos y el balón le quedó a Ábila que sacó un furibundo disparo que desvió Franco Armani pero cuyo rebote capturó el propio Ábila para volver a rematar y anotar ante la floja respuesta del portero “millonario”.

La Bombonera era un terremoto. Deliró tanto que quizá muchos no vieron la siguiente jugada que quitó la alegría porque Lucas Pratto recibió una pelota en profundidad de Gonzalo Martínez y con un remate cruzado logró poner el empate en el tanteador.

Parecía ser lo más justo en el partidazo que se había desatado.

Pero Boca demostró que no hay que descuidarlo en ningún instante. En el minuto final de la primera etapa un tiro libre de Sebastián Villa encontró un golpe de cabeza certero de Darío Benedetto para dejar a Boca arriba en el marcador antes del descanso.

> Desenlace.  En la segunda parte se repitió el libreto del primer tiempo. River dominó de arranque, pero con más tibieza, y se encontró con el empate luego de una peinada desafortunada de Carlos Izquierdoz.

En la primera oportunidad de gol que dispuso la visita consiguió nivelar el resultado con un centro de Gonzalo Martínez que encontró un golpe de cabeza de Izquierdoz que anotó en propia meta.

Ahí pareció morir el partido. River porque estaba tranquilo y Boca porque le costaba horrores crear juego. Solo sobre el final, empujado por la gente, Boca volvió a aparecer.

Carlos Tevez, que recién había ingresado, armó una jugada de la nada y dejó solo a Benedetto, que no pudo con una tapada gigantesca de Armani. 

Con este empate, y sin la diferencia del gol de visitante en la final, los dos equipos más importantes de Argentina definirán esta inédita final de Copa Libertadores el próximo 24 de noviembre en el estadio de River.

Dos a dos. Esto continúa en el Monumental.

Allá es la cita.