Quinteros hace esta pregunta porque las autoridades aún no terminan de solucionar los problemas de movilidad que tienen las personas con discapacidad. 

“No se puede decir que el 100 % de buses están aptos. Tienen aire acondicionado, pero no puede servir para todos”, comentó.

Hace referencia que, paradójicamente, en los buses existe un espacio para personas en silla de ruedas. “Pero no tengo cómo subir con mi silla al bus, cómo accedo a la unidad, esos problemas no empatan con nosotros como dirigentes”, enfatizó.

Quinteros mencionó que en las reuniones que han mantenido salen los mismos pedidos: unidades con elevador, acondicionar las paradas de buses para que la movilidad sea un derecho de todos y que las personas con discapacidad bajen y suban por la puerta más cercana a los asientos destinados para ellos.

Proyecto. Gustavo Barrera, gerente de Portovial, manifestó que como segunda fase se contempla  la colocación de las rampas para personas con movilidad reducida. 

“Vamos a ubicar rampas en la parte posterior del bus, en al menos una unidad por operadora, con el fin de mejorar la movilidad de ellos. Esto se da a nivel mundial y lo vamos a replicar”, citó. Señaló que este paso se dará de manera progresiva. 

Explicó que a inicios de diciembre comenzará la cotización de las rampas para las unidades beneficiadas. 

“Allí se definirá el método de inversión, sea por la parte del privado o de la empresa”, dijo. 

Normativa. María José Fernández, directora de la Unidad de Derechos Ciudadanos del municipio, indicó que el 24 de agosto se creó la ordenanza que protege a este grupo vulnerable. 

Detalló que ya se está desarrollando un modelo de gestión inclusivo con Portovial para contar con unidades que permitan la accesibilidad. “Pero es también tarea del ciudadano. Podemos contar con infraestructura para personas con discapacidad, pero si no existe corresponsabilidad no se cumplirá lo estipulado”, citó.