Un joven estaba descansando en su auto en Guayaquil cuando en el parabrisas apareció un felino, curioseando por el nuevo entorno. Sin pensarlo dos veces, el hombre intentó asustar al animalito, golpeando el parabrisas con el pie desde dentro.
Tras el primer golpe que le hizo, el gato se apartó un poco del vidrio, pero como la curiosidad pudo con él, volvió a acercarse al extraño calcetín rojo que estaba en movimiento.
Con el segundo golpe que le propinó al parabrisas, el cristal se rompió de manera instantánea, y como el video del incidente acabó justo en este momento, se puede deducir que el hombre dejó de intentar asustar al felino.