Flores viajó por la crisis económica de su país.
Este padre de familia es parte de un grupo de 30 venezolanos que llegó ayer en Manta para luego seguir su travesía a Perú.
Allá lo espera un amigo para ayudarlo a conseguir un trabajo. Dejó a su esposa embarazada y a su hijo de cinco años en el estado de Barinas.
“Hemos pasado días difíciles en toda la travesía porque no todos te dan la mano en el camino que llevamos en busca de un mejor nivel de vida. Pero la mayor alegría en todo este caminar fue saber que era padre de una hermosa niña”, dijo.
Pedían dinero. Él y otros 14 venezolanos estuvieron ayer en los exteriores de la playa El Murciélago pidiendo ayuda para seguir su travesía hacia Perú y Chile.
“Somos venezolanos, colabóranos para seguir nuestro viaje a Chile, Dios te bendiga. Gracias”, se leía en la mayoría de los carteles que exhibían.
José Morillo, de Maracaibo, también es parte de este grupo. Dijo que eran 100 sus compañeros de viaje, que al llegar a Ecuador se dividieron.
“Sólo 30 avanzamos hasta Manta con la posibilidad de trabajar unos días y luego seguir a Chile, que es el destino de la mayoría de mis amigos de viaje”, señaló.
Agregó que pocos se quedarán porque no hay oportunidad de trabajo, según los contactos que tienen en la ciudad.
Mariangel López es otra de las viajeras. Contó que la travesía ha sido difícil, sin embargo ha encontrado más gente buena que mala.
Ayuda. Marcia Chávez, del Consejo de Protección de los Derechos Ciudadanos, junto a Pedro Zambrano, administrador de la terminal terrestre, consiguieron pasajes hasta Guayaquil para 15 venezolanos que decidieron dejar Manta para seguir hasta Perú. También se les entregó dinero para el pasaje de Guayaquil a Huaquillas, para que lleguen a Perú.
Chávez dijo que la mendicidad no se promueve en Manta, por eso se dio la ayuda a los extranjeros.