Esta, que se encuentra situada dentro de la parroquia San Miguel de Conchay, en el cantón Limón Indanza (Morona Santiago), es un tesoro digno de explorar, señalan algunos de sus visitantes.
¿Cómo es?. Mayra Liseth Soledispa Marcillo, turista manabita, señala que la Cueva de los Tayos “es un lugar enigmático del que circulan variedad de leyendas y mitos, como la historia de una civilización desaparecida que guarda los secretos de la humanidad”.
La entrada de la cueva tiene cerca de 2 metros de ancho. Su profundidad se calcula en 70 metros, aproximadamente y sólo se puede bajar a rapel.
La formación natural de sus cavernas se remonta a la época terciaria, 3.500 años antes de Cristo.
Según la recopilación de restos e investigación realizada por el Padre Pedro Porras, la única reconocida como científica por la arqueología ecuatoriana, se deduce que la Cueva de los Tayos estuvo poblada del año 400 al 800 antes de Cristo. Testigo de ello son las piezas de cerámica y concha spondylus encontradas en el lugar.
Este lugar forma parte del territorio de la tribu Shuar, que ha utilizado durante mucho tiempo las cuevas para la captura de aves.
Recorridos. Los viajes al interior de la Cueva de los Tayos se deben hacer con un permiso oficial, pero primordialmente con la guía de los indígenas shuar. Sin embargo, ni ellos mismos conocen todas las cavernas y puntos hasta los que llevan sus bifurcaciones, las cuales suben y bajan por diversos pasadizos.
Este rincón ecuatoriano también ofrece un mundo no conocido para los aventureros. Hay insectos, arañas, tarántulas, serpientes, pájaros tayos, entre otras especies animales.
“Es sorprendente”, dijo Soledispa.