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Están en el fondo del mar 
Están en el fondo del mar
Los dos tripulantes que desaparecieron en el barco atunero “Lucas” estarían a 3 mil metros en el fondo del mar.
Martes 25 Septiembre 2018 | 11:00
La Capitanía del Puerto de Manta informó que no hay cómo sacar los cuerpos de Javier de la Cruz y Josué Tapia, porque es difícil el ingreso de los buzos al fondo del mar. Tampoco hay submarinos o robots para hacer las maniobras de búsqueda. Este naufragio se produjo el 25 de agosto, cuando el barco tenía cinco días de haber salido del Puerto de Manta con 21 tripulantes, de los cuales 19 fueron rescatados con vida por los pescadores del barco atunero “Andrea”.
Hoy se cumple un mes de la tragedia y todavía no hay rastros de los maquinistas que naufragaron frente a las costas de Esmeraldas.
Marcia Mendoza ha soñado varias ocasiones que su esposo, Javier de la Cruz, llega vivo a su casa. “Él me dijo que regresaba y yo lo seguiré esperando junto con mis dos hijas. Toda mi familia nos aferramos a un milagro”, expresó.
Su esposo salió a pescar el mismo día que cumplió 47 años de edad. Ese día salieron al parque, compraron una torta, se tomaron fotografías, y luego Javier se marchó a pescar.
Mendoza contó que la semana pasada sintió que su alma se partió en mil pedazos cuando su hija de seis años le reveló un sueño que tuvo: “Que su padre se había ido nadando al cielo”. A ella se le hizo un nudo en la garganta. Una lágrima rodó por su mejilla y con un abrazo consoló a la niña.
María Triviño también se resiste a creer que su esposo, Josué Tapia, esté muerto. Él tenía 28 años y dos hijos: uno de nueve y una de tres años.
“Tengo dudas sobre la desaparición de mi esposo porque existen varias versiones de los sobrevivientes que lo vieron con vida. Mis hijos esperan a su padre porque antes de irse a pescar les prometió un regalo, y todos estamos a la espera de su regreso. Aún no puedo declararlo muerto”, agregó Triviño. Su pareja era electricista y salió en el barco porque llevaba 18 meses sin trabajo. Su deseo era pagar una deuda de 700 dólares en el banco.
Muerte presunta. Marlon Tapia manifestó que la investigación de la desaparición de su hijo, Josué, está en la Capitanía de Esmeraldas.
Él espera un informe de la investigación para que varios peritos declaren la muerte presunta de los dos náufragos y empezar las gestiones para cobrar una indemnización.
Carlos Nivela, capitán del Puerto de Manta, manifestó que la búsqueda de los tripulantes se mantuvo vigente hasta el jueves 20 de septiembre, pero ahora se realiza una búsqueda denominada “pasiva”, que consiste en rescatar los cuerpos en caso de que salga a flote la embarcación.
“De forma preliminar se ha determinado que los tripulantes quedaron dentro de la embarcación y están a tres mil metros de profundidad, y solo pueden extraerlos con submarinos, pero la Armada no cuenta con aquellos equipos para sacarlos”, reveló.
Nivela explicó que los buzos sólo pueden sumergirse a 60 metros de profundidad y es imposible tratar de rescatarlos por el riesgo que implica.
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