“La ordenanza tiene mecanismos que nos permitirán planear las estrategias, el momento en que se proyecte o se plantee la construcción de alguna edificación”, señaló.

Las condiciones contempladas en el cuerpo legal tienen que ver con los horarios de trabajo, tipo de maquinaria que podría acceder a la zona regenerada, capacidad de carga de volquetas, entre otras cosas, refirió Cedeño.

“Veremos, de acuerdo a los criterios técnicos que nos emitirán, cuándo hacer los permisos que se puedan otorgar y qué tipo de maquinaria puede acceder y de qué manera pueden hacerlo”, indicó. Añadió que si es necesario se diseñará algún tipo de plataforma para proteger a las áreas adoquinadas o sensibles del sector regenerado.

Todos los proyectos deben presentar la propuesta con base en la afectación que vaya a ocasionar la construcción, apostilló.

Confianza. Guido Carranza, promotor inmobiliario, valora estas previsiones que se toman para preservar la inversión hecha en la zona regenerada, sin embargo dijo que los inversionistas requieren de procesos ágiles a la hora de ejecutar algún proyecto, en este caso constructivo.  

“A veces estos trámites burocráticos pueden desmotivar la inversión. Se trata de cuidar la obra y de ayudar a la reactivación del sector, pero para eso se necesita dar agilidad en esos procesos, porque muchos proyectos se ejecutan con financiamiento, y por lo tanto, el inicio de una obra no puede demorar en función de estos controles”, manifestó Carranza. Laura Monge considera conveniente que se proteja la zona regenerada. 

Opinión. “Hay que cuidar, no solo la inversión, sino también la imagen que nos ha dado la regeneración”, mencionó.

Elio López expresó que las restricciones no deben ser tan radicales, para que las personas dueñas de terrenos desocupados o los inversionistas se animen a construir.

“El municipio tiene que acompañar a estas personas en los proyectos”, dijo.