Actualizado hace: 937 días 10 horas 1 minuto
Vendedor
Panchito endulza la vida en el sur

Una vieja bicicleta, que parece sacada de la época de la Segunda Guerra Mundial, ha sido su fiel compañera por más de 50 años.

Sábado 22 Septiembre 2018 | 11:19

Allí, cuidadosamente, coloca los canastos en los cuales lleva alfeñique y aguardiente de caña, los productos con los cuales le ha dado la vuelta a toda la zona sur de Manabí y por los cuales goza de gran fama entre los habitantes de estos sectores.

Se trata de Panchito Gómez, un popular personaje jipijapense al que todos reconocen porque durante siete décadas se ha impuesto la misión de llevar dulzura a los niños de cada barrio y ciudadela  del cantón y también  bebida a los adultos. 
Su canto de guerra “llegó el mata lombriz, el mata lombriz”, es el sonido más esperado por los niños de Jipijapa, que cuando lo escuchan piden los palillos de alfeñique, cuyo sabor intenso fundido con maní y sobre todo el costo de 10 centavos, lo hacen asequible para todos. También tiene las panelas de un dólar.
Su vieja bicicleta, sus dos canastos y su sombrero de paja toquilla son como un símbolo de su labor.
Inicios. Don Francisco ya tiene 86 años y cuenta, feliz, que desde hace 70 se dedica a vender derivados de la caña de azúcar, ahora solo en Jipijapa. 
Los productos los obtiene en el sector San Carlos, donde se dedican al cultivo de caña y donde él nació.
Asegura que le tocó trabajar desde muy joven, ya que tras el fallecimiento de su padre debió hacerse cargo de sus 10 hermanos menores.
Ese sentido de responsabilidad lo acompañó toda su vida y cuando ya era un hombre maduro y se comprometió y tuvo hijos con su esposa Cristina Chonillo, siguió trabajando con mucho más ímpetu. En esos tiempos llegaba hasta Machalilla, Puerto López y Cantagallo con sus golosinas.
Dice con alegría que sus esfuerzos dieron frutos, pues sus dos hijos ya son profesionales: Panchito junior se hizo ingeniero eléctrico y es jefe de la agencia de la Cnel, mientras que su hija es abogada y labora en el Registro Civil de Jipijapa.
Señala que sus hijos le han pedido que ya descanse, que se lo merece, pero él se niega, pues asegura que su vida es esa. 
“Ya no tengo apuros, en realidad no necesito tanto trabajar, pero si lo dejo de hacer sencillamente mi vida cambiará. No me puedo jubilar porque aquí me encuentro con muchos amigos”, asegura.
Así, su jornada empieza temprano, generalmente a las 07h00, que es cuando llega por el mercado un momento a cumplir los pedidos y hasta le da tiempo de conversar con sus amistades en el parque central.
El hombre es todo un personaje y muchos lo paran para saudarlo.  A las 11h00 es el momento de regresar a casa; con el dinero de las ventas que ha hecho en el día compra lo que haga falta en el hogar y retorna.
Popular. Por su carisma y aporte a la sociedad, son diversos los reconocimientos que ha recibido. El año pasado la Cámara de Comercio del cantón le entregó el mérito al emprendimiento artesanal.
Además, su estampa ha sido plasmada en un mural de personajes de Jipijapa.
Panchito seguirá recorriendo con sus dulces, hasta cuando las fuerzas se lo permitan, dice seguro. 
 
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias