No se trata de una narración  referente a sencillos  inmigrantes que han llegado  a España en busca de mejor vida, lo usual en estos tiempos y, después de todo,  en los de siempre.  No es la crónica apasionante, quizás triste,  de gente formada y profesional,  que ante la angustia de no poder   llevar  pan a  sus hijos ejecutan cualquier trabajo  aquellos que ni en la peor de las pesadillas se hubieran imaginado que tendrían que hacer.  Tampoco es el relato de valientes inmigrantes que en las peores condiciones de trabajo y de vida,  han logrado, con esfuerzo, dedicación y talento, descubrir algo o alcanzar una posición destacada en el país que los acogió. Ni tiene que ver con un hecho abominable cometido por alguno de ellos. 

De lo que se trata es de de “venezolanos  muy ricos que amasaron sus fortunas en los años dorados del chavismo, con altos precios del petróleo y gigantescas obras públicas convertidas en máquinas de ganar dinero a golpe de sobrecostes y sobornos. Unos han sido llamados bolichicos, jóvenes y ambiciosos empresarios que crecieron a la sombra del poder. Otros son ex altos cargos del régimen que usaron su posición para cobrar mordidas millonarias....”

“Todos han elegido España como lugar para vivir en la última década. También como destino privilegiado de sus inversiones. Una investigación de EL PAÍS ha recopilado cómo una decena de personas vinculadas al chavismo han introducido en el país más de 160 millones de euros en los últimos 15 años. La mitad han ido destinados a inversiones inmobiliarias, con especial predilección por pisos en fincas regias del centro de Madrid, casas en lujosas urbanizaciones y enormes haciendas en las que cazar y cultivar de nuevas relaciones.  España, sin embargo, es solo un nodo más de una amplia red que desde Venezuela se extiende por Miami y discretas plazas financieras internacionales.  Solo por Andorra, altos cargos chavistas movieron más de 2.000 millones de euros, según investiga la justicia del de ese país.....”. 

Y esto es solo una muestra.   El  relato abunda en montos, datos precisos,  nombres de involucrados y de  ciudades del mundo donde el dinero de estos venezolanos ha hecho escala o se ha establecido definitivamente.  Es escalofriante

Vista las cosas desde lejos y en frío,  no es la danza de millones lo que impacta. En el mundo hay personas y empresas que mueven muchísimo más, claro que en negocios legítimos.  Lo que golpea, conmueve y violenta el alma es conocer que una banda en el poder saqueaba un  país   y nadie decía nada.