2019 es año de elecciones y lo mejor es pensar con tiempo para no volver a equivocarnos, por lo cual me atrevo a manifestar lo que pienso respecto a cómo debe ser nuestro futuro alcalde. Este debe ser una persona que conozca la historia de esta ciudad, que sepa de nuestras raíces y que entienda a plenitud que nosotros vivimos del comercio y de la burocracia. 

Qué diferente hubiera sido, si el primer personero de la ciudad luego del terremoto hubiera reunido a los comerciantes de la zona más afectada para planificar su reactivación, legislando resoluciones que permitieran la exoneración de impuestos en unos casos o rebajas con mayor plazo para otros, según los daños con los que fueron afectados  y planificando juntos su futuro, ajenos al criterio de eruditos de otras regiones que vinieron a conocer la ciudad después de la tragedia.

Nuestro próximo alcalde debe tener claros objetivos y programas coherentes de desarrollo; y repito, debe entender que esta ciudad vive del comercio, debe comprender que estrechando las calles no mejorara la movilidad, debe  ver que en esta ciudad falta empleo y trabajo y sobre todo recordar siempre que su empleo lo pagamos todos y que su obligación es aceptar los pedidos del  pueblo. 

Yo propongo que nuestro próximo alcalde sea alguien, que conozca nuestras raíces, nuestra historia  y que haya crecido en esta ciudad, participando permanentemente en el desarrollo de nuestra urbe. 

Queremos una ciudad que no sufra el cambio negativo de chip, siendo bonitos los parques y siendo la regeneración ideal para tomar fotografías, ninguna de las dos obras significa un aporte para su desarrollo económico. 

Seguramente alguien debe hacer notar a la actual administración que antes del terremoto venían de todos los puntos cardinales a invertir en esta ciudad  ahora se quedan en sus cantones o van a otros lugares fuera de Manabí y Portoviejo perdió todo el ingreso que representaba ese comercio. Nuestro próximo alcalde debe darle la importancia que merece la opinión de sus mandantes y a su bienestar económico, pero además debe corregir el error inaceptable el haber permitido que deje de funcionar el aeropuerto así como debe pensar que nuestra ciudad es quizás la única que no cuenta con un anillo vial que favorezca el crecimiento de esta ciudad. 

Es verdad, el próximo alcalde debe ser franco, humilde, respetuoso y honesto, capaz de aceptar los argumentos  razonables de los habitantes de la ciudad y debe grabar en su cerebro la idea de un Portoviejo para todos haciendo posible la unidad e integridad del pueblo de Portoviejo. Debemos pensar en pasos a desnivel en vías que con la amplitud suficiente facilite la movilidad, el futuro alcalde debe recapacitar y ver que  la única forma de reactivar el centro es eliminando impuestos, actualmente se ha hecho al revés, han subido los predios y se ha aumentado los impuestos. Es urgente que se reinvierta el dinero del seguro en levantar un nuevo centro comercial o plaza, como quieran llamarla, para que vuelva a latir el corazón de la ciudad.

Por mi parte, no quiero tener en mi conciencia el peso de la equivocación al elegir como Alcalde a quien priorice los parques y las luces, antes que la reactivación comercial de nuestra ciudad.